viernes, 13 de enero de 2017

FERTILIZACIÓN


Fertilizantes para plantas y Fertilizantes agrícolas

Los fertilizantes para plantas o también conocidos como abonos, son todos aquellos materiales que aportan nutrientes útiles para la planta, pueden ser de origen orgánico: compostas; estiércol, basura urbana orgánica, extractos vegetales, deshechos de animales (huesos, sangre), o bien de origen inorgánico: sales minerales procedentes de  yacimientos naturales o síntesis industrial.

Algunos ejemplos de fertilizantes para plantas que son  inorgánicos, son las sales – grado agrícola- como el Nitrato de potasio, Nitrato de Calcio; Sulfato de Potasio; Fosfato monoamónico, Sulfato de Magnesio, urea, etc.

Los fertilizantes pueden ser orgánicos o inorgánicos (también llamados químicos). Entre los principales abonos orgánicos podemos citar el estiércol animal (caballo, ganado, gallina, conejo), la harina de huesos y harina de sangre. 
Los fertilizantes inorgánicos son representados por el Salitre de Chile (N), Superfosfato (P) y Cloruro de Potasio (K).
 
Tanto los fertilizantes orgánicos cuanto los inorgánicos son importantes para asegurar el buen desarrollo de las plantas, pues son elementos que se completan para abastecer de la fertilidad ideal al suelo.
 
Las plantas de flor deben recibir una fertilización con mayor tenor de (P) Fósforo, por ejemplo 4-14-8 (NPK); o aún un suplemento de harina de huesos o superfosfato, además de los demás fertilizantes.


 

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